viernes, 13 de marzo de 2009

EL DESEO DE ANA (CONTINUACIÓN 4)

Se levantaron muy temprano para seguir el cmino que iban a recorrer.
Caminaron unas horas, y Gusi le comentó que empezaban los tres encantamientos que habían en la montaña, en este caso el primer encantamiento, era una fuerte lluvia. Andaron dos horas y empezó el segundo encantamiento la nieve; pararon un instante para abrigarse, con ropa hecha de plantas y hierbas que traía Gusi, y después continuaron.
Una hora más tarde, empezó el tercero, que era el viento.
Ana y Gusi, cogieron varios palos para sugetarse al suelo, y no ser arrastrados por el viento.
Al pasar este fenómeno, llegaron a la cima de la montaña encantada, y en una pequeña cueva estaba la flor. Ana entró y cogió la flor y al salir de la cueva estaba Gusi esperándola. Una vez la cogieron, ella la olió pensando en su mayor deseo, que era volver a tener su tamaño natural; una vez hecho esto Ana volvió a su estatura y vió que la montaña era una simple roca. Ella cogió a Gusi y lo llevó hacia Netgruville, cuando llegaron, lo dejó junto a su casa con la flor, que se la dió como un recuerdo de ella y del viaje.
Ana le explicó quien la hizo pequeña y él a cambio le dió unos polvos mágicos para vengarse de Henry.......

PD: jejeje unos polvos mágicos, bueno mañana no os perdais la última entrega del cuento, mañana es el final jeje un besoooo

4 comentarios:

Alberto dijo...

Unos polvos magicos?? cariño en serio otra cosa no...pero imaginación teniais jejeje. Ya veremos como acaba la historia y si la niña le tira los polvos al vecino jejejej.

Te quiero cariño!! Un besazooo!!!

Raquel dijo...

Mañana es el final???!!!! Eso no es justo, jo, no voy a poder leerlo hasta el lunes... espero que al menos merezca la pena, jejeje

Eso de tirarle polvos al vecino... suena muy mal... a ver si el final es al "estilo alberto"...

kiko dijo...

jajajja ya, yo cuando estaba escribiendolo me sonaba muy mal, pero claro por aquel entonces no teniamos la mente pervertida como ahora jeje un besazooo gracias por pasaros

Alberto dijo...

cariño...tu naciste pervertido jejeje